Vivimos momentos difíciles en el
mundo porque hemos olvidado las recomendaciones del Maestro. La sociedad se debate dentro de sus propias
injusticias porque ha querido llevar adelante su forma de pensar, pasando por
alto que vive en un mundo que le pertenece al Creador, quien ha dictado las
leyes correspondientes para vivir en paz, justicia y felicidad.
Obstinados en la propia sabiduría
humana, los hombres insisten en querer encontrar en sus filosofías, soluciones
que nunca llegan y que por el contrario alejan al hombre de la verdadera vida
que Dios ha dispuesto para el ser humano.
Ahora bien: ¿Cómo salimos de esta
situación de incertidumbre y fracaso?
Si Dios es el creador de la vida,
debemos ver que es lo que Él ha planeado para cada ser humano. Dios no quiere fracasos, no quiere
injusticias, no quiere abusos, no quiere corrupción. Dios nos ofrece paz,
felicidad, armonía, amor, bienestar, pero para que eso sea posible el hombre
debe abandonar su obstinado propósito de querer guiarse por sus propios
pensamientos.
No necesitamos ser demasiado
instruidos para darnos cuenta que si queremos que el mundo restablezca la paz y
la justicia, lo que nos lleva a ser felices, debemos recurrir a la Palabra de
Dios, el reglamento para vivir de acuerdo al Plan de Dios en este mundo, y
obedecer sus mandamientos y ordenanzas.
Cuando Jesús estuvo desarrollando
su ministerio en la tierra, dijo a quienes les seguían algo trascendente: “Yo
he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
¿Has conseguido esa vida abundante?
¿Es ella una realidad en tu vida?
¿Es ella una realidad en tu hogar?
¿Sientes que las palabras del Maestro han
impactado tu vida y te han dado una fuerza efectiva para vivir en la abundancia
que Él ofrece?
Dios tiene el poder para darnos
más bendiciones de las que necesitamos para que siempre tengamos lo suficiente
para nosotros y también para que podamos
ayudar generosamente a toda buena causa.
Pastor Gregorio García




