La noche que se encontraba Jesús en la barca con sus apóstoles,
se levantó una gran tempestad de viento,
y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Él estaba en la popa, durmiendo sobre un
cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que
perecemos?. Y levantándose Jesús, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se
hizo gran bonanza.
Luego les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?... y los apóstoles sintieron
gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar
le obedecen?” (Marcos 4: 36 al 41)
Quiero que sepas, que no naciste para recitar las escrituras,
sino para vivir en ellas.
¿Dónde está tu Fe?, sabías que la palabra Fe proviene
del griego Pistis = Fides = Fe = Creer
Por lo tanto tener Fe es Creer, y creer quién eres es estar
claro de cuál es tu Identidad; saber a dónde
vas, que propósito tiene Dios contigo.
Tu identidad es de un Reino no del mundo, pero vives en el mundo, no ignores el
mundo, pero la respuesta no es como la gente del mundo actuaria.
Deja de vivir en base a lo que ves. Los discípulos de Jesús
veían una tormenta, Jesús dormía, tenía los ojos cerrados. El sabía el
propósito por el cual vino al mundo y sabía que en esa tormenta no iba a morir.
El propósito te protege en medio de la tormenta, Jesús no ignoro la crisis actuó,
sin temor con certeza de saber quién era y con Fe de lo que podía hacer.
La crisis demanda acciones que no habías anticipado. Nos toca
responder ante las crisis. La crisis es la fuente de la creatividad. Salmo 37:
25 “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su
descendencia que mendigue pan.”
Pasada esta tempestad Jesús volvió, le recibió la multitud con gozo;
porque todos le esperaban. Entonces
vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a
los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; porque
tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Jesús accedió a
ir e inicio camino a casa de Jairo, y mientras iba, la multitud le oprimía. Entonces
Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los
que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién
es el que me ha tocado?. Pero Jesús dijo: Alguien me ha
tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces
una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había
gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, fue
quien se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se
detuvo el flujo de su sangre, se acercó temblando, y postrándose a sus pies, le
declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al
instante había sido sanada.
Y él le dijo: Hija, tu
fe te ha salvado; ve en paz.
En ese momento vino uno de casa del principal de la sinagoga
a decirle a Jairo: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. Jesús al oírlo,
le respondió: No temas; cree solamente,
y será salva. Entro en la casa, solo
con Pedro, Jacobo, Juan, y los padres de la niña. Todos lloraban, se
lamentaba, se burlaban. Mas él, tomándola de la mano,
clamó diciendo: Muchacha, levántate, e inmediatamente se levantó; y él mandó
que se le diese de comer, sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que
a nadie dijesen lo que había sucedido. (Lucas: 8: 40 al 56)
Tener fe y creer es en todo tiempo, no importa lo que veamos,
no puedes crecer solo cuando todo te va bien.
Todo tiene su tiempo. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere
debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés
3:1)
La crisis tiene un tiempo, espera los cambios y controlalos
en beneficios tuyo. En tiempo de crisis hay dos cosas que las personas por
error o por no conocer a Dios comienzan a hacer: Se pierde la bondad (la
sensibilidad) la gente deja de dar, y/o comprometen
sus valores y violan sus convicciones (quieren sobrevivir).
Pastor Gregorio García

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