FILIPENSES
4:7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús"
“Nuestro
mundo lleno de problemas, anhela tener paz. Los que viven en tierras
destrozadas por la guerra, miran la destrucción que les rodea y claman por la
paz."
Algunos viven en países,
vecindarios o familias desgarrados por los conflictos, y desesperadamente
anhelan la paz. Otros viven en ambientes pacíficos, pero sus corazones están
llenos de discordia y desesperación; y ansían tener paz.
El
Señor desea que tengamos paz. El nacimiento de Jesús fue anunciado con el canto
que dice: « ¡Gloria a Dios en las alturas, y
en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Lucas 2:14).
En
las últimas horas que pasó Cristo con Sus discípulos antes de morir, les
dijo: La
paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14.27).
Estas
cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16.33).
¿Por
qué no tenemos paz? Por lo menos dos barreras existen: En primer lugar, muchos
no entienden qué es la verdadera paz; su concepto de paz se reduce a una
situación pacífica o a la ausencia de conflictos. En segundo lugar, la mayoría
no entiende que la única paz verdadera, que satisface plenamente y que es
duradera, es la paz que viene del Señor.
Había
una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en
una pintura la paz perfecta. Muchos artistas intentaron.
El
rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él
realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy
tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas
montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con
tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba
la paz perfecta.
La
segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y
descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso
aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso
torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico.
Pero
cuando el Rey observo cuidadosamente, el miro tras la cascada un delicado
arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un
nido. Allí, en medio del rugir de la
violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de
su nido...
¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?, El
Rey escogió la segunda. Sabes por qué?
"Porque,"
explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin
problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en
medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestros corazones.
Este es el verdadero significado de la paz."
Y
tú...? ya sabes QUIÉN te da la verdadera paz del corazón?
“ISAIAS
26: 3 “TÚ GUARDARÁS EN COMPLETA PAZ A
AQUEL CUYO PENSAMIENTO EN TI PERSEVERA; PORQUE EN TI HA CONFIADO”
Pastor Gregorio García
Misión Cristiana El Renuevo Venezuela
La Victoria Edo. Aragua.


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