El significado fundamental del término ungir, es untar encima o derramar sobre. En el Antiguo Testamento alguien que era ungido por Dios era porque Dios lo había elegido para realizar un servicio especial. Era ungido con aceite de oliva, perfumado con canela, nardo, mirra y se guardaba en frascos de alabastro para su mejor conservación. “La Unción” se puede definir como Dios a través de la carne realizando obras, llevando a cabo obras que El solo puede hacer. (2 Corintios 4: 7). Tipos de unción: Existen 3 tipos de unción, unción del leproso, unción sacerdotal y la unción Regia (o del Rey). LA UNCIÓN DEL LEPROSO: la podemos ver en Levíticos 14. El leproso permanecía fuera del campamento, el sacerdote iba y aplicaba la sangre del sacrificio y lo traía al campamento, aplicaba la sangre nuevamente y luego aplicaban el aceite haciendo expiación por él, delante de Jehová. Cada uno de nosotros hemos experimentado esta unción, nuestros pecados eran la lepra y Jesús en el sacrificio perfecto expió todos nuestros pecados. (Juan 1: 29). LA UNCIÓN SACERDOTAL: Como creyentes lavados con la preciosa sangre de Cristo debemos avanzar para recibir esta unción que nos permite ministrar nuestro Señor. Esta unción se recibe a través del bautismo del Espíritu Santo. Cuando se experimenta esta unción hay verdadera armonía y unión en el cuerpo de Cristo (Salmo 133: 1-3) ; no existe unción sacerdotal privada, esta viene por armonía y unidad del cuerpo de Cristo. LA UNCIÓN REGIA (unción del Rey): Esta unción lleva al hombre a una posición de Autoridad en Dios. Mientras que la salvación (unción del leproso) viene por recibir a Cristo, la unción sacerdotal por tener comunión con El y la unción regia viene por obedecer a Dios. Por eso dice La Biblia que Jesús fue perfeccionado en “obediencia” por lo que padeció. La unción regia fue lo que recibió Saúl y David, a través del profeta Samuel. CITAS: 1 SAMUEL 16: 1 1 SAMUEL 16: 7 1 SAMUEL 16: 12 LUCAS 4: 16–19 1 JUAN 2: 27 CONCLUSIONES: La unción es la presencia de Dios en nuestras vidas impartida por el Espíritu Santo, representa poder y autoridad, debemos someternos en amor y obediencia.

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